La Catedral de Gerona consagrada a Santa María, se encuentra en el punto más alto de la ciudad; posee la nave gótica más ancha del mundo, con una anchura total de 22,98 metros. Su construcción se inició en el siglo XI en estilo románico, siguiendo en el XIII con el gótico, conservando tan solo elclaustro románico del XII y la torre de la misma época que data de 1040; se terminó en el siglo XVIII.
Desde los comienzos del cristianismo por toda esta zona,1 la ciudad de Gerona fue sede de un obispado que se asentó en la iglesia de Santa María, regentando al mismo tiempo el santuario del mártir diácono San Félix; este santuario se había edificado sobre la tumba de dicho mártir, cerca de la muralla de la ciudad. Esta pequeña iglesia de San Félix recibió el culto cristiano en sustitución de la de Santa María cuando los árabes se apropiaron de ella para convertirla en mezquita mayor, en el año 717. Más tarde, en el 785, Gerona fue conquistada por los francos, entonces bajo la autoridad de Carlomagno. En el882 se formó la primera comunidad de canónigos y en el 908 la iglesia fue de nuevo consagrada.
Las vidrieras de la catedral fueron, en su origen, de tres tipos. Las primeras y más antiguas se atribuyen al Maestro del Presbiterio y fueron realizadas al tiempo de iniciarse las obras del conjunto. Las segundas, atribuidas a Guillem de Letumgard se realizaron al inicio de la segunda mitad del siglo XIV. La más importante de éstas es el Calvariosituado en el centro de la girola y la gran vidriera de Antoni Thomas en la cara sur. El tercer grupo son todas aquellas incorporadas con posterioridad hasta bien entrado el siglo XX, de las que destacan los dos rosetones del primer tercio del siglo XVIII, obra deFrancesc Saladriga, maestro vidriero barcelonés y consideradas unas de las mejores delarte barroco español.
A mediados del siglo XVIII buena parte de las vidrieras fueron destruidas, en especial los rosetones y las más modernas, sin que se sepa exactamente cómo ni por qué. La restauración se llevó a efecto casi inmediatamente, antes de acabar el siglo, con técnicas que, pasado el tiempo, dejaron los vidrios con apenas unos trazos y colores desvaídos de lo que fue la vidriera original. A finales del siglo XX se realizó una labor de reconstrucción que, tras un estudio, rechazó la posibilidad de una reintegración creativa (esto es, haciendo en realidad una obra nueva sobre la anterior, dada la gran pérdida sufrida), por una restauración que aceptaba el paso del tiempo y algunos de los daños sufridos. Se trató de disminuir el impacto de la presencia de los vidrios blancos en los efectos sobre la luz y mejorar el perfil perdido de los dibujos. Aunque recuperadas, muchos de los efectos lumínicos, así como una parte significativa de los mensajes bíblicos que transmitían y que debieron ofrecer en su tiempo las vidrieras se han perdido irremediablemente.7 8 El obispo de Gerona, Francesc Pardo, inauguró en julio de 2011 la vidriera del último ventanal de la fachada norte de la Catedral, que se mantenía cerrado, una obra del artista irlandés Sean Scully con motivos abstractos. La inauguración del ventanal tras 400 años puso punto y final a la restauración de la cara más deteriorada de la iglesia.9
El interior muestra la grandiosa nave única, gótica, cubierta por bóveda de arcos diagonales que se apoyan en grupos de columnillas. Los contrafuertes laterales de la primera zona albergan dos capillas por tramo. En la segunda zona, en los dos tramos antes de llegar al presbiterio, se abren amplios ventanales góticos y debajo, las ventanas del triforio que recorren ambos muros. Antes del presbiterio y cerrando el fondo de la gran nave se levanta un muro con un arco central y dos laterales, más tres óculos, dos más pequeños sobre las tres ventanitas del triforio y uno mayor en el centro, cercano a la bóveda. Las vidrieras del presbiterio son del siglo XVI, con temática de la vida de la Virgen.
En 1606 se puso la primera piedra de esta fachada pero las obras se demoraron y no continuaron hasta 1680, parándose de nuevo y avanzando lentamente durante los años sucesivos. Hasta 1960 no se dio por terminada la obra y en los dos años siguientes, los escultores locales Josep M. Bohigas, Antoni Casamor, Jaume Busquets y Domènec Fitarealizaron las esculturas monumentales que se instalaron en las hornacinas vacías.
La fachada es de estilo barroco-clasicista, dividida en tres cuerpos a modo de retablo. Sobre el último cuerpo se abre un gran óculo coronado por frontón y arriba se abren siete vanos de arco rebajado o escarzano. Los nichos u hornacinas de los tres cuerpos están separados por columnas pareadas y ocupados por las esculturas de las que se ha dado noticia, realizadas en el siglo XX.
















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